El trabajador despedido solicita un recurso de casación en el Tribunal Supremo, que se inadmite a través de la sentencia ATS 5933/2024 de 8 de mayo de 2024.

La empresa contrató los servicios de un detective privado, que realizó un seguimiento del trabajador de baja y emitió el oportuno informe con validez legal ante los Tribunales amparado bajo la Ley de Seguridad Privada 5/2014.

El investigador constató que el trabajador, durante su periodo de Incapacidad Temporal por depresión y ansiedad, disputó diversos partidos de fútbol en un equipo de primera categoría Regional.

La sentencia de instancia, que declaró el despido improcedente, ha sido revocada por la del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana de 12 de julio de 2023 (Rec 908/23).

De forma que desestima la demanda anterior que declaraba el despido improcedente, corrigiéndola y declarando procedente el despido.

El tribunal sostiene que algunas actividades de las desarrolladas por el trabajador son inocuas en relación con la enfermedad que había motivado su baja, como el trabajar en un huerto o mantener relaciones sociales.

Ya que puede ser incluso positivo para favorecer el restablecimiento de la salud en los procesos depresivos, así como la conducción moderada de vehículos (para lavarlo o pasar la ITV) tampoco parece que esté contraindicado.

Según el informe emitido por el detective privado consta también que durante el periodo de baja el demandante participó en tres partidos de una competición oficial organizada por la federación valenciana de fútbol.

Partidos que corresponden a la temporada 2021/2022 de la 1ª liga regional, procede a jugar en dos de ellos el partido completo y en otro juega 70 de los 90 minutos.

Y esta actividad, tan exigente, tanto física como psíquicamente se declara incompatible con la enfermedad.

Dado el desarrollo de estas acciones se puede presumir que estaba en condiciones físicas y psíquicas óptimas para poder seguir desarrollando la actividad laboral que constituía el objeto de su contrato de trabajo.

Así pues, se concluyó gracias al informe del detective privado, que las actividades del demandante justificaban plenamente el despido.