Las imágenes de una persona trabajando en la azotea de una vivienda captadas por un detective constituyen prueba válida para declarar procedente un despido.

Importante sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de las Islas Canarias que sienta jurisprudencia en casos que nos afectan diariamente a los detectives a la hora de aportar pruebas contra el fraude ante los tribunales, consiguiendo de esta manera que el despido sea justificado.

En este caso se obtuvieron imagenes del investigado trabajando y realizando tareas incompatibles con su situación de IT en la azotea de su vivienda.

A pesar del precepto «..en ningún caso se podrá investigar la vida íntima de las personas que transcurra en sus domicilios u otros lugares reservados…» el tribunal ha considerado que este «.. no impide que la investigación llevada a cabo por el detective privado incluya hechos perceptibles por los sentidos que, aunque ocurran dentro del domicilio, trasciendan naturalmente al exterior y puedan ser captados sin necesidad de artificios, directamente por los sentidos humanos. Por ejemplo, lo que ocurra en espacios del domicilio que estén al aire libre y sean visibles desde el exterior (como una terraza o azotea); lo que pueda verse a través de una ventana o puerta abierta; o los ruidos, olores o vibraciones que, procedentes del interior del domicilio, sean perceptibles desde el exterior»

Sin lugar a dudas, los detectives privados somos la herramienta legal adecuada para perseguir el fraude laboral, siendo necesario analizar cuidadosamente cada caso concreto y teniendo en cuenta los argumentos de ambas partes y la aplicación de las normas legales en materia de protección de datos y derecho a la intimidad.

Artículo periodístico Economist