Aquí un caso real:
Nuestra clienta nos explica que siempre había creído que su padre había fallecido durante la Batalla del Ebro, pero su madre en el lecho de muerte, le confesó que no falleció, que en el transcurso dela guerra él conoció a otra mujer y se marchó con ella.
El interés y la necesidad por conocer a su padre y saber el estado actual de salud o incluso saber si había fallecido se había vuelto insoportable. Su localización se había convertido en una obsesión que no le dejaba vivir, es por esto que había decidido contratar los servicios de un detective privado.